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¿Domingo o sábado?



¿Debe la iglesia reunirse en domingo o en sábado?

Empecemos estableciendo la importancia del día de reposo.

Trabajar seis días y reposar un día es el modelo que Dios estableció en la creación. Se ha demostrado que el ciclo de trabajar seis días y descansar un día es esencial para mantener la salud del cuerpo. Durante la revolución francesa, con la intención de eliminar a Dios de la mente del pueblo, se canceló el domingo estableciendo semanas de 10 días. Este calendario no funcionó, solo estuvo vigente 14 años. Porque el ciclo de 7 días establecido por Dios es el mejor.

En la ley de Moisés, guardar el sábado se convirtió en una de las señales distintivas de la relación de pacto entre Dios y su pueblo Israel (Éx. 31:13). Uno de los diez mandamientos tiene que ver con guardar el sábado. En la ley había castigos para quien no guardara el día de reposo y bendiciones para quienes sí lo guardaban:

Éx. 31:14

14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.

Isaías 58: 13-14

Si retrajeres el día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

¿Cómo deberían guardar el sábado los judíos? Reposando de toda labor y trabajo, y adorando al Señor. Al principio la adoración se llevaba a cabo en el Tabernáculo, después en el Templo, pero a partir del cautiverio en Babilonia, la adoración se llevaba a cabo en la sinagoga.

En el tiempo de Jesús y en el tiempo de Pablo, los judíos se reunían los sábados en la sinagoga, por eso vemos en los evangelios a Jesús visitando las sinagogas (Lc. 4:16) y en los Hechos a Pablo predicando en las sinagogas también (Hch. 17:1-2).

En el tiempo de Jesús la observación del sábado se había convertido en una práctica legalista llena de tradiciones agregadas por los líderes religiosos. Por eso Jesús confrontó frecuentemente a los fariseos respecto al sábado y estableció que el Hijo del Hombre es Señor del sábado. Guardar el sábado no debería ser una tradición religiosa sino un acto de adoración al Señor.

¿Por qué sanó Jesús a tantos enfermos en sábado? Para demostrar que él había venido a dar verdadero reposo a su pueblo. Él vino a dar salud física y espiritual a todos los que creyeran en él.

Pero ¿debemos guardar el sábado como los judíos? En el tiempo de Jesús los fariseos habían establecido tantas reglas para guardar la ley y en particular el sábado, que ni ellos mismos podían cumplirlas (Hch. 15:10). Ellos criticaron a Cristo por sanar en sábado y a los discípulos por arrancar espigas en el camino, pero Jesús los reprendió porque ellos no entendían el verdadero significado del sábado.

Cristo fue el único que guardo la ley de una manera perfecta, pero en la cruz nos liberó de la carga de la ley del Antiguo Pacto y estableció un Nuevo Pacto.

Cuando el evangelio empezó a llegar a los gentiles, hubo quienes presionaban a los nuevos convertidos para que aceptaran el Antiguo Pacto, adoptando la práctica de la circuncisión y aceptando guardar la ley de Moisés (por ejemplo, guardar el sábado). El movimiento judaizante no es nada nuevo. Pablo se opuso fuertemente y después de consultar con los apóstoles y guiados por el Espíritu Santo determinaron: “No imponerles a ustedes ninguna carga aparte de los siguientes requisitos: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de la carne de animales estrangulados y de la inmoralidad sexual” (Hechos 15:28,29 NVI).

Los apóstoles pudieron incluir en esta lista guardar el sábado, pero no lo hicieron.

Algunos dicen, “los diez mandamientos siguen vigentes, por lo tanto, debemos guardar el sábado”. Sin embargo, el principio que debemos observar es que los mandamientos de la Ley de Moisés, del Antiguo testamento, solo siguen vigentes si están confirmados en la Ley de Cristo, el Nuevo Pacto.

Si investigamos en los escritos del Nuevo Testamento encontraremos que los diez mandamientos están confirmados, excepto el de guardar el sábado.

1 - Hay un solo Dios - Hch. 14:11-15; 1 Co. 8:5-6; 1 T. 2:5 2 - No adorar imágenes - 1 Jn. 5:21; Hch. 17:29 3 - No usar su nombre en vano - Stg. 5:12 4 - Guardar el día de reposo - Col. 2:16; Hch. 20:7 5 - Honrar a los padres - Ef. 6:1-3 6 - No matar - 1 Jn. 3:15 7 - No adulterar - 1 Co. 6:9-10 8 - No robar - Ef. 4:28 9 - No dar falso testimonio - Ro. 13:8-10; Ef. 4:25 10 - No codiciar - Stg. 4:1-3

Notemos que respecto del sábado, Pablo le dijo a los colosenses:

Col 2:16

16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,*

Como pueden ver, los cristianos no somos un pueblo sin ley, sino que tenemos una mejor ley: La ley de Cristo que se resume en el amor:

Ro. 13:9-10

9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

Algunos dicen que nosotros somos el verdadero Israel y por eso debemos guardar los mandamientos que Dios le dio a Israel. Ciertamente el pueblo de Israel es el pueblo escogido por Dios, mientras que los gentiles eran un pueblo sin esperanza y sin Dios en este mundo (Ef. 2:11-15). Para los judíos, relacionarse con los gentiles era abominable (Hch. 10:28), pero Cristo fue a la cruz para abolir “las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre”. El objetivo de Cristo fue edificar la iglesia compuesta por judíos y gentiles. El propósito eterno de Dios se cumple en la iglesia. La obra maestra de Cristo es la iglesia. Algunos quieren regresar a las costumbres judías pensando que es lo mejor, pero en realidad, lo mejor en el corazón de Dios es la iglesia, edificada sobre los principios establecidos por Cristo, por la práctica de las iglesias del libro de los Hechos y por la revelación recibida por los apóstoles. Nosotros no queremos ser judíos, queremos ser cristianos.

Pero, regresando a la pregunta: ¿Por qué la iglesia se reúne en domingo?

  1. Cristo resucitó el primer día de la semana – Mr. 16:9

  2. El Espíritu Santo fue derramado por primera vez el día de Pentecostés, un domingo – Hch. 2:1

  3. Las iglesias del libro de los Hechos se reunían en domingo – Hch. 20:7

  4. Los creyentes llevaban sus ofrendas a la reunión el primer día de la semana – 1 Co. 16:2

  5. Los líderes apostólicos durante los tres primeros siglos de la iglesia dieron testimonio de que las reuniones se hacían en el día del Señor, el día de la resurrección, el primer día de la semana (Ignacio, Justino Mártir, Tertuliano, etc.).

Algunos dicen que Pablo se reunía en sábado. En efecto, cuando Pablo llegaba a una ciudad buscaba la sinagoga para presentarles a los judíos el evangelio (Hch. 13:14). ¿En qué día lo hacía? En sábado, por supuesto, ya que ese era el día en que los judíos se reunían en la sinagoga y Pablo anhelaba la salvación de sus compatriotas (Ro. 10:1). No lo hacía por guardar la ley, sino por amor a sus hermanos judíos. Sin embargo, los judíos rechazaron sistemáticamente el mensaje del evangelio de Jesús, por lo cual, Pablo decidió “volverse a los gentiles” (Hch. 13:46). Las reuniones con los creyentes gentiles se llevaban a cabo el primer día de la semana (domingo) (Hch. 20:7). Y nunca se llevaban a cabo en la sinagoga judía, sino en las casas principalmente.

Otros dicen (por ejemplo, Elena G. De White, fundadora de la iglesia adventista), que las reuniones dominicales se establecieron cuando Constantino ordenó, en el año 321 dC, que se guardara el domingo, “el venerable día del sol”, como día de reposo. Pero los escritos de los líderes de las iglesias durante los primeros siglos establecen claramente que los cristianos se reunían en el primer día de la semana desde el principio. Consideren las siguientes referencias:

Año aproximado: 90

Autor: ¿?

Referencia bibliográfica: La didaké (Enseñanza) de los apóstoles, Capítulo 14

Cita textual: "Reúnanse el día del Señor, partan el Pan y celebren la acción de gracias"


Año aproximado: 100

Autor: Bernabé (Clemente de Alejandría dijo que se trata del compañero de Pablo)

Referencia bibliográfica: Epístola de Bernabé, 15:8

Cita textual: “Nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser el día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos”


Año aproximado: 110

Autor: Ignacio de Antioquía. Discípulo del apóstol Juan.

Referencia bibliográfica: A los magnesios 9:1

Cita textual: "Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor (domingo) en que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte".


Año aproximado: 150

Autor: Justino Mártir

Referencia bibliográfica: Primera Apología, 67

Cita textual: "Nos reunimos todos el llamado día del sol (el domingo) porque es el primer día de la semana, después del sábado judío, en que Dios, sacando la materia de las tinieblas creó el mundo; y ese mismo día Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos"

En esta relación hay líderes que recibieron su instrucción directamente de Pablo y los otros apóstoles, y así la transmitieron a las iglesias: que deberían reunirse el primer día de la semana.

Hay aun otros que dicen que Jesús resucitó el sábado. Pero esto contradice la declaración de los evangelios:

Mt. 28:1

Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.

Mr. 16:1-2

Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.

Lc. 24:1

El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.

Jn. 20:1

El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.

No debemos enseñar algo que contradiga la palabra de Dios.

Debemos recordar que el sábado judío termina al ponerse el sol. Entonces, Jesús pudo haber resucitado en cualquier momento después de la puesta del sol del sábado.

Un detalle muy interesante es que, después de su resurrección, como para establecer un claro precedente, Jesús se reunió con sus discípulos dos veces en domingo, el primer día de la semana (Jn. 20:19 y 26).

Después, los 120 estaban reunidos el día de Pentecostés, que siempre era en domingo, cuando fueron llenos del Espíritu Santo.

El primer día de la semana se convirtió así en el día distintivo de la iglesia en contraste con el sábado que era distintivo de los judíos.

Como ya hemos mencionado arriba, los líderes de las iglesias, quienes recibieron la información de los apóstoles de Cristo, dieron testimonio de que Jesús resucitó el primer día de la semana y que esa es la razón por la que los cristianos se reunían en domingo.

Así que, siguiendo el testimonio de las Escrituras y el de los líderes de las iglesias de los primeros siglos, nosotros nos reunimos el primer día de la semana para adorar con gozo a nuestro Señor Jesucristo.

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